Cánticos



Alondras y Ruiseñores

Cantad al venir el día
Y en el cáliz de las flores
Bebed lágrimas que envía
La Virgen de los Dolores.

A ti, Virgen Santísima

A ti, Virgen Santísima,
Que angustiada estás,
Quisiera consolarte
Con mi amor filial.
¡Oh, Madre querida,
Que sufriendo estas,
Las más amargas penas
Que ha sufrido el mortal!
Quiero, Madre, consolarte
En tu triste soledad
Amarga, cual la mirra,
E inmensa como el mar.
¡No me dejes Madre mía,
Y ten de mi piedad!
Aquí tienes, Madre mía,
Madre llena de dolor,
A quien tanto te ha ofendido
Y que te pide perdón.
¡No me dejes, Madre mía,
Ten de mi compasión!


Batido

Batido por las olas de la vida,
Como la nave que perdió el timón,
Buscando un puerto voy, Virgen Santa,
Con las penas de mi corazón.
Batido por las olas de la vida,
Como la nave que perdió el timón,
Buscando un puerto voy, Virgen Santa,
Con las penas de mi corazón.
Cuando furiosa la tempestad
Hiere mi pecho con su rugir
Tu dulce nombre me trae la calma
Y una esperanza siento en mí latir.
Cuando te invoco en la soledad,
Cansada el alma de padecer,
Siento el consuelo de tu mirada,
Como la estrella del amanecer.
¡No me dejes, Madre mía,
Con mi pesada cruz,
Dame la paz y la alegría,
Como un rayo de luz!
¡Bella estrella de los mares,
Alumbra mi dolor,
Templa del alma los pesares,
Madre, dame tu amor!

A la sombra mortal de un madero

A la sombra mortal de un madero
De María en el suave regazo,
Yace muerto el divino Jesús
En la cima del monte Calvario
Y los cielos se tiñen de noche,
Vibra el mundo temblando de espanto,
Y los velos que guardan el Arca
Como frágil cristal se han rasgado.
Dice el viento su canto de muerte,
Niega el sol con tristeza sus rayos
Y la luna se asoma y parece
Que está gotas de sangre llorando.
¡Oh, María, que grande la angustia
Viendo el sino del Hijo sagrado,
Oh, María, protege a los hombres
Que a tus pies se arrodillan rezando!

Envuelto en blanco cendal

Envuelto en blanco cendal
El Hijo de Dios reposa
Y por su muerte Gloriosa
Es el duelo universal.
En el funeral concierto
A su Divina memoria
Los hombres tocan a muerto
Y los Ángeles a Gloria
Viernes Santo, triste día
Murió Cristo en el Calvario
Y de la Cruz descendía
Al Sepulcro solitario.
Y en quejidos lastimeros
Llenos de terror y espanto
Se estremece el orbe entero
La noche del Viernes Santo.
Entonemos los mortales,
Llenos de dolor profundo,
Tristes cantos funerales
Por el Redentor del mundo.

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