Nos aproximamos a la segunda subida, nuevamente a las puertas de Nuestro Patrón con aun más ganas si se pudiese, nuestras primeras invitadas nos comienzan a acompañar en la mesa, y la distinción de nuestra presidenta se hace presente en la lectura de dicha noche.
Se comenzó desde el primer año, en nuestros inicios, la ya tradicional comida de madres el Martes Santo, pero nos resulta muy vago que tan sólo sea un día el cual nos acompañen nuestras más grandes fundadoras. Desde el pasado año venimos conveniando la Segunda Subida como una noche magistral, en la cual somos capaces de compartir y memorar recuerdos de nuestra Mananta, y de la suya...
Es pues que desde aquí revelamos uno de los grandes secretos que poseemos en Las Tribulaciones de Sara, y es este, el de la mujer pontana, dichosa fortuna que somos capaces de aprender de las más grandes personas, nuestras madres.
Sin más dilación nos dispusimos como cada noche a impregnar de cánticos y tambores nuestro tapeo, con la posterior aligerada subida tras el grupo de tunicones negros, Los Ataos.
...Y llega la cena, la cordial mesa se llena de consomé y agradables cuarteleras, y dando paso al primer plato, nuestra presidenta presenta a la hermana Alicia Cosano para que otorge la segunda pata de nuestra Señora.
La afortunada en la noche de Tentaciones fue nuestra hermana Isabel Delgado quien descolgó una pata mas de La Vieja Cuaresmera de Las Tribulaciones, desde aquí darle la enhorabuena.
