Nuestro Sábado de Diablo Mudo comenzaba bien temprano en nuestro cuartel hermano, Las Hijas de Salfad.
Tras esperar los primeros minutos de cordialidad a que todas las hermanas de ambos cuarteles asistentes a la comida llegasen, y tras los saludos impacientes de volvernos a ver comenzaba nuestra segunda comida de Hermandad.
Una vez sentadas en la mesa, la hermana Cristina Morón disculpando a la presidenta del cuartel, Cristina Varo por no poder asistir, nos dio la bienvenida y a continuación se procedió a bendecir la mesa, acompañadas del rezo de Dios te salve entonado por todas las hermanas presentes.
Las cuarteleras comenzaban a procederse, el himno llegaba y Las Tribulaciones de Sara acompañábamos a Las Hijas de Salfad en su bonito cántico.
Una vez sentadas en la mesa, la hermana Cristina Morón disculpando a la presidenta del cuartel, Cristina Varo por no poder asistir, nos dio la bienvenida y a continuación se procedió a bendecir la mesa, acompañadas del rezo de Dios te salve entonado por todas las hermanas presentes.
Las cuarteleras comenzaban a procederse, el himno llegaba y Las Tribulaciones de Sara acompañábamos a Las Hijas de Salfad en su bonito cántico.
Mas tarde se dirigió al atril la hermana Mariam para leer unas palabras que trasladó la hermana Blanca desde su ausencia en esa tarde, emotivas palabras y muy señaladas al artículo que nos dedicó en nuestra revista, desde aquí, siempre gracias por tu generosidad, comportamiento y cariño mostrado en cada momento que compartimos.
A continuación la hermana Mari Carmen Estepa también hizo lo mismo intercediendo por la presidenta, quien con su intervención nos transmitía a todas las hermanas la oportunidad de arrebatar la cuarta pata del cuarto sábado de cuaresma a su vieja cuaresmera. Fue un momento muy emotivo para todas nosotras y sin duda será para ambas representativo por el cariño mostrado en cada acto que compartimos
Llegando al final las hermanas Mariam y Alicia nos leyeron una bonita poesía sobre la Semana Santa pontana, siendo para finalizar la intervención de nuestra hermana Cristina Martín la que nos trasladó y honoró la valentía de este hermoso cuartel de mujeres que cumplen veinte años, así como los mismos que cumplen la primera cuadrilla de Ntro. Padre Jesús de las Penas, un año aquel de 1998 donde la mujer comenzó a integrarse de forma notoria en la Semana Santa de Puente Genil.
La noche daba comienzo como es ya tradicional en el rincón que aguarda nuestra casa, nuestro mesón, en torno a las 21:00h. Comenzaban a llegar las invitadas, como cada cuarta subida al calvario, antiguas costaleras del Señor de las Penas.
Los abrazos y reencuentros se sucedían tras un año de espera, siendo aún más emotivos que otros años si se pudiera.
Nuestra hermana Cristina Martín enseñó los rincones de nuestra casa-cuartel a las nuevas invitadas que nos acompañaban. Posteriormente a las 21:30h subíamos al salón, donde la hermana Nuria Baena procedió a bendecir la mesa con nuestro tradicional rezo y palabras a nuestros titulares.
La presidenta, María Esojo dio la bienvenida a todas las asistentes invitándolas a disfrutar de la noche.
Nuestra hermana Cristina Martín enseñó los rincones de nuestra casa-cuartel a las nuevas invitadas que nos acompañaban. Posteriormente a las 21:30h subíamos al salón, donde la hermana Nuria Baena procedió a bendecir la mesa con nuestro tradicional rezo y palabras a nuestros titulares.
La presidenta, María Esojo dio la bienvenida a todas las asistentes invitándolas a disfrutar de la noche.
A las 22:30h, horario habitual para cerrar la primera parte de la noche, levantando la mesa para dirigirnos hacia la calle Aguilar, al encuentro con Los Ataos.
Al regreso al cuartel, nuestra hermana y presidenta María Esojo tomó el atril para otorgarle la pata cuarta pata de esta Cuaresma a nuestra hermana Isabel Delgado, la cuál la agradeció con unas bonitas palabras y con la posterior lectura del Evangelio.
Llegando al final de la noche sólo quedaba que las nuevas invitadas que nos acompañaban nos comunicaran cómo habían llevado el transcurso de la noche. La primera en levantarse y tomar la palabra fue Esperanza Perea que daba las gracias por la invitación y nos comunicaba sus ganas por volver a compartir mesa pronto con todas nosotras, de parte de todas las hermanas empujarla a volver pronto por esta que es su casa.
De igual manera, Laura Morales y Nazaret Sánchez compartían las palabras de Esperanza, y además, nos mostraban la pasión que sentían por nuestra Mananta.
En particular Nazaret mostraba la ilusión que le hacía compartir mesa con su madre, siendo ésta un ejemplo y una persona referente en su devoción a la Semana Santa.
Finalmente Ana Carrillo cerró la noche agradeciéndonos el poder estar de nuevo con nosotras, mostrando su cariño y el buen acogimiento en cada visita al cuartel.
Llegando al final de la noche sólo quedaba que las nuevas invitadas que nos acompañaban nos comunicaran cómo habían llevado el transcurso de la noche. La primera en levantarse y tomar la palabra fue Esperanza Perea que daba las gracias por la invitación y nos comunicaba sus ganas por volver a compartir mesa pronto con todas nosotras, de parte de todas las hermanas empujarla a volver pronto por esta que es su casa.
De igual manera, Laura Morales y Nazaret Sánchez compartían las palabras de Esperanza, y además, nos mostraban la pasión que sentían por nuestra Mananta.
En particular Nazaret mostraba la ilusión que le hacía compartir mesa con su madre, siendo ésta un ejemplo y una persona referente en su devoción a la Semana Santa.
Finalmente Ana Carrillo cerró la noche agradeciéndonos el poder estar de nuevo con nosotras, mostrando su cariño y el buen acogimiento en cada visita al cuartel.
