La espera se nos hizo eterna, pero ya llegó, y pasó tan rápido que nos robó el tiempo para poder disfrutarlo.
Fue una noche de emociones, de reencuentros y de gran satisfacción por el trabajo bien hecho. Casi todas nuestras hermanas pudieron compartir la primera Subida al Calvario en la noche de Carnaval. Echamos de menos a nuestra hermana May, que desde Sevilla sabíamos que nos estaba acompañando con los golpes en la mesa a ritmo de cuartelera.
Y como privilegio pudimos disfrutara de nuestra más querida madrileña, quien tuvo la suerte de poder compartir por primera vez, una primera subida con el resto de hermanas.
Entre las intensas palabras de nuestra presidenta y los regalos recibidos por parte de algunas hermanas percibimos nuestro más cordial ambiente.
Tras subir, como tradicionalmente llevamos realizando en nuestras ocho cuaresmas ya cumplidas, nos dispusimos a ritmo de pasodoble a las cumbres de nuestro patrón, pero debido al mal tiempo que acompañaba tuvimos que volver a nuestro cuartel antes de lo previsto.
La cena transcurrió distendida entre las palabras de alguna hermana, y con posterioridad de la presidenta, quien con un gran discurso permitió recibir la primera pata de este año 2015 a nuestra hermana Cristina Leyva Celemín.
Agradecerle desde aquí el esfuerzo que realiza año tras año para poder desplazarse desde la capital, y así compartir nuestra fiesta mayor.
