Sábado de Diablo
Mudo. Llega por fin a nuestro cuartel, uno de los sábados más esperados de
nuestra Cuaresma. Es tan especial porque se trata de un sábado que nos regresa
a nuestros orígenes, y que nos hace admirar a otras mujeres que nos abrieron
camino en este mundo.
Para comenzar, al
medio día tuvimos una convivencia con Las Hijas de Salfad, quienes fueron las
primeras en formar un grupo de mujeres hace ya más de veinte años. Se trataba
del tercer año que celebrábamos esta comida, pues para nosotras siempre han
sido un referente y una guía, y nos enorgullece poder compartir en nuestra casa
cuartel un sábado tan especial.
Podemos decir,
además, que nos une ya un lazo de amistad, por lo que todo transcurrió en un
ambiente distendido y cariñoso.
A la llegada,
nuestro cordial saludo, compuesto entre regresos de hermanas y abrazos tras un
año de espera. Tras mostrarle los nuevos cambios en la estética de nuestro
cuartel, nos dispusimos a comenzar el almuerzo. Fue Alicia Cosano, nuestra vicepresidenta
quien tomaba la palabra para dar la bienvenida en nombre de nuestra presidenta,
y ceder la palabra para la bendición de ésta a la hermana de Las Hijas de
Salfad, Vanesa Rivas, quienes nos deleitaron con unas bonitas palabras y la
manifestación de su amistad.
El almuerzo
trascurría entre cánticos, cuarteleras y coreadas al unísono, y llegando las
primeras intervenciones la hermana Blanca nos emocionó con una poesía que había
compuesto sobre la historia de nuestro grupo.
A continuación la
presidenta nos entregó un cuadro con nuestro pasaje bíblico, el cuál fue
agradecido por todas las hermanas, hasta que finalmente, nuestra vicepresidenta
Alicia Cosano les hizo entrega de unos catavinos con el escudo de nuestro
cuartel para su Corporación y un obsequio para todas las hermanas de Las Hijas
de Salfad, unas medallas con su titular la Virgen del Consuelo.
Finalizando la
comida sobre las 19, las hermanas del cuartel tuvimos el tiempo justo para
prepararnos para continuar con este sábado tan especial.
A la noche, como
ya es costumbre, vinieron de invitadas las primeras costaleras del Señor de las
Penas, y precisamente este año, tuvimos el placer de disfrutar de la compañía
de Rafi Vázquez, una de las componentes de la primera cuadrilla de costaleras
de Andalucía, la Virgen de la Encarnación (Córdoba), y la promotora de iniciar
a la mujer en el mundo del costal. La invitación a Rafi Vázquez Cañete viene
antecedida de un arduo trabajo de búsqueda de su contacto, y desde estas líneas
agradecer a la Hermanad su entrañable trato y su grata acogida. Nuestra hermana
Cristina Martín logró contactar con ella hace unos meses, y surgieron las
primeras conversaciones en la capital cordobesa. Mostrando en todo momento su
motivación por acompañarnos dicha noche, era el sábado propicio para trasladar
y sorprender tanto a nuestras hermanas como a las invitadas de la noche. Vino
acompañada de Virginia, actual contraguía del paso de palio de Mª Stma. de la
Encarnación, quien nos trasladó la continuación del contacto y el traslado de
la vivencia de la noche al día siguiente, domingo, en el ensayo de sus
costaleras.
Si cada sábado
tiene algo especial, este es el de las primeras andanzas de las mujeres en la
Semana Santa, y a nosotras nos gusta recordar de dónde venimos, y a quien
agradecerle el esfuerzo.
La hermana
Cristina Martín volvió a regalar a las invitadas una pulsera significativa,
explicando su compromiso y el del grupo contra el cáncer de mama, la cual será
obsequiada a toda mujer que este año participe de nuestro cuartel.
Tras enseñar
nuestro cuartel y disfrutar de las experiencias y vivencias de Rafi y Virginia,
hicimos la tradicional subida al calvario, primero con la subida con los
Romanos hasta la Iglesia de la Concepción y tras los Ataos hasta llegar a
Jesús.
Más adelante en
la noche, la hermana María Espejo hizo un regalo al grupo, unos retratos de
cada una de las hermanas, realizados a tinta y carboncillo, realizados por la
artista Adri Tejero. También la invitada Ana Carrillo, nos hizo entrega de un
llamador, tan esperado desde su primera visita. Las palabras de nuestras
invitadas, embelesadas tras la sorpresa de la noche, se sucedieron para
agradecer al cuartel la tertulia que habían podido disfrutar con la presencia
de Rafi.
Por último,
nuestra vicepresidenta Alicia Cosano hizo entrega de la pata de Diablo Mudo,
siendo la hermana meritoria de esta noche María Espejo, quien dedicó unas
palabras a todas las presentes, gratificó el trato entre las hermanas y cerró
la noche con un ¡Viva Las Tribulaciones de Sara!