Sábado de Pasión, y también
sábado de hermandad, unión, veteranía y juventud. Las hermanas de nuestro
cuartel esperaban ilusionadas esta cita en su calendario cuaresmal, ya que las
personas con las que compartieron mesa este día son mujeres y hombres que tienen
mucho que contar sobre la cuaresma, Semana Santa de Puente Genil y sobre cómo
nació, creció y crece nuestra antigua y fervorosa Cofradía y Hermandad de
Nuestro Padre en la Oración del Huerto y
María Santísima de la Victoria.
Nuestra primera cita comenzó al mediodía
en la casa-cuartel La Destrucción de Sodoma. Allí nos esperaban nuestros
hermanos para darnos la bienvenida un año más y hacernos sentir como en casa.
Para algunas de nuestras hermanas era la primera asistencia que tenían a dicha
comida, por lo que las preguntas sobre la historia del cuartel se sucedían unas
tras otras. Así nos fuimos impregnando sobre el significado de cada detalle que
veíamos en sus rincones hasta pasar a sentarnos en la mesa.
¡Qué gran mesa! hombres y
mujeres, mujeres y hombres, todos unidos por una misma pasión, por una
hermandad, en una misma dirección. Decanos, jóvenes y adultos conversaban sin
cesar hasta que el hermano Carlos Berral se levantó para darnos la bienvenida y
bendecir la mesa. Seguidamente, la hermana y vicepresidenta Alicia Mª Cosano
hizo la lectura del evangelio y así se dio paso a los cánticos coreados y
cuarteleras que tan armoniosas sonaban, agudos y graves formaban una preciosa
melodía. Fueron sucediendo las horas
recordando de dónde venimos, hacia dónde vamos y también alguna historia
personal de nuestros mayores que siempre gusta escuchar. Las intervenciones en
la mesa fueron varias; comenzó el vicepresidente Paco Márquez para darnos
nuevamente la bienvenida, continuó la hermana Cristina Martín para mostrar la
gratitud que tenemos hacia nuestra Cofradía y hacer visible el papel de la
mujer en la mananta pontana, hasta llegar a nuestros queridos decanos Laureano
y Francisco Berral.
Así sucedió el almuerzo, con
ricos y tradicionales manjares provenientes de las tierras de Puente Genil.
Antes de terminar con el postre, Paco Márquez nos hizo entrega, en nombre del
cuartel, de un cuadro con la preciosa imagen de nuestra titular Mª Santísima de
la Victoria, y Alicia Mª Cosano hizo entrega, en nombre de Las Tribulaciones de
Sara, de un cuadro con una fotografía del almuerzo realizado en el año 2018.
Además el hermano “Bocaito” nos regaló una vara de mando, la cual generó gran
expectación y acogida. Pero aquí no había terminado todo, dimos paso al café y
a la tertulia más informal para terminar nuestro encuentro al son de pasodobles
romanos. Jóvenes, mayores, hombres y mujeres empuñamos nuestros palos para
desfilar por el salón y para recordarle a nuestro corazón que abriera sus puertas
para recibir a la Semana Mayor que ya se acerca. Y como toda historia así
pusimos fin al tercer almuerzo consecutivo con La Destrucción de Sodoma,
esperando que los años venideros sigan trayendo estos momentos de convivencia
donde todo y todos sumamos.
Nuestra segunda cita tuvo lugar
en nuestra casa-cuartel, teniendo como invitadas a mujeres de nuestra querida
Cofradía que fueron llegando poco a poco con gran entusiasmo. Con el corazón
abierto de par en par se sentaron en la mesa para escuchar la bienvenida de la
mano de Alicia Mª Cosano. Los redobles de tambor no tardaron en llegar y así
comenzaron a cantar invitadas y hermanas. Nuestra vieja cuaresmera estaría muy
contenta, pues tenía delante una mesa
llena de mujeres que esbozaban en su cara felicidad y alegría por poder
transmitir unas a las otras sus vivencias como: bordadoras, camareras,
costaleras, nazarenas, mujeres que ponen todo su esfuerzo y dedicación en lo
que hacen. Los brindis se sucedían unos
tras otros ¡Qué viva la hermandad, la corporación, vamos a brindar! Para
proseguir se continuó con la lectura del evangelio realizada por la invitada Mª
José Jiménez. Y sonó la campanita para anunciar que era la hora de subir al
calvario al son de trompetas y tambores. Paso a paso, hombro con hombro subimos
por las calles de nuestro pueblo para llegar hasta tu puerta Nazareno y entonar
Batido junto a nuestras hermanas Las Hijas de Salfad.
El turno de cocina esperaba a
nuestras invitadas de vuelta a casa para continuar la noche. En el resto de la
cena no faltaron cánticos, entonamos los que sabíamos y los que no, dándole a
cada uno su entonación y alargando así nuestra pasión, alargando el Sábado de
Pasión. Ahora era momento de dar voz a las palabras de nuestra presidenta María
Esojo que no se olvida de nosotras a pesar de la distancia que nos separa, cada
sábado ha tenido unas palabras escritas para nosotras y las de este sábado nos
decía algo así como: “Espero que se sigan estrechando lazos y creando un
vínculo de unión cada vez mayor”. También nos hizo saber que nuestra vieja
llegaba al Domingo de Ramos con dos patas, las que personalmente haría entrega
ese día. Así culminamos el día.
Este fue nuestro grandioso sábado
de Pasión.