Y parece que se esfuma... Vuela más deprisa que nunca, porque siempre llega, y siempre se aleja.
Una noche cuaresmal que borramos del calendario, que nos complace compartir y disfrutar de lo que estamos viviendo.
Tras realizar los días previos la junta general que acontece los preparativos de Semana Santa, nuestras hermanas llegaban con muchas ganas a la noche de Pan y Peces.
El turno de cocina anteponía unas viandas en el mesón, donde esperábamos a nuestras invitadas.
Toque de campana y la mesa comienza a latir.
Una subida al calvario con una gran multitud, con pasos acelerados y a ritmo de clarín.
Sobre el calvario un ligaillo que aclaraba la garganta y de nuevo regreso a nuestra casa.
En esta noche nuestra hermana presidenta dedicó unas dulces palabras a la hermana María Esojo, quien tuvo el honor de descolgar una nueva pata de la abuela, con todo el significado de incansable lucha y apoyo por nuestro cuartel.
"María, esa persona admirable que siempre está, que transmite la paciencia y el tesón a nuestras hermanas, que consigue la templanza y las buenas decisiones en nuestro cuartel".
Y no dejando acabar la noche, la hermana Alicia Cosano brindó la simbólica pata de Pan y Peces de 2020 a las hermanas pregoneras de la VI Exaltación Pontana de la Ausencia, por su tiempo y dedicación a tan efable encomendación.
¡Felicidades a todas hermanas!
