El tiempo apremia, el curso manantero de nuevo va a dar comienzo a los días previos, momentos antecesores de preparativos, meses de sollozos por rasgar pronto una nueva Cuaresma y Semana Santa.
En nuestro caso, el tiempo quedó frenado en nuestras redes sociales el sexto sábado de romanos, Sábado de Pasión, es por ello que nos gustaría dar un plumazo vespertino a lo que fueron los días de nuestra Semana Santa.
El Viernes de Dolores toma cada año sabor candente en nuestra semana, comenzando con el Vía Crucis y Vía Matris de la Cofradía del Calvario, seguido del traslado intenso de los pasos de nuestra Cofradía y el acompañamiento a la Reina de los Mártires, en la que participa una de nuestras hermanas.
Engalanar balcones y poner los últimos ápices en nuestro cuartel son las pinceladas que pretenden hacer relucir nuestra casa.
Nuestra Señora de la Guía y la noche franciscana dan paso a la llegada entre palmas del Hijo de Dios.
Despertamos en un Domingo de Ramos reluciente, de sol implacable y de nuevas y ya conocidas invitadas que vienen a disfrutar del comienzo de una semana álgida.
Nuestra presidenta Alba Prieto, guardó una de las patas de la abuela para ser entregada en persona a la hermana Cristina Leyva, momento que creó un ambiente de reencuentro, de abrazos y de agradecimientos a todas las hermanas que desde su ausencia disfrutan de nuestra Mananta.
Las palabras en la mesa, las poesías en el atril, en este día por nuestra hermana Lucía Quero, fueron la sintonía para aplacar los nervios del sentir que ya estábamos en Semana Santa.
La tarde se hilaba con la noche y el último pasodoble de tenues tunicones retumbaban cuál marcapasos en el pecho. Era noche de familia, amigos y hermanas de cuartel que buscábamos las arterias del bombeante latir de nuestra cúspide.
Y casi llegando a su fin, la cuálida pata de la vieja fue arrebatada, entregada por la hermana vicepresidenta Laura Bascón a nuestra hermanita Carmen Amador, incansable y constante luchadora dentro y fuera del cuartel, de imborrable sonrisa y corazón sensible. Gracias hermana por la huella que dejas en nosotras.
